A propósito

A propósito

Consuelo es artista. No porque hace fotos ni porque las expone, sino porque mira el mundo de una manera artística.

La foto es obviamente técnica. Cámaras digitales, píxeles, software… Sin embargo, Consuelo no se focaliza en eso. Estas son solo herramientas para ver y descifrar el mundo. Como lo es el lienzo y el pincel para el pintor.

Fotografiar no es fotocopiar el mundo. Es traducirlo, verlo, sentirlo.

¿Cómo puede una imagen transmitir lo que estamos sintiendo?

Creo que el leitmotiv de Consuelo está aquí.

A los 18 años, comenzó a estudiar medicina. Porque el ser humano es en realidad lo que la hace vibrar. Pero se enfrentó a algo para lo que no estaba preparada: la jerarquía, las limitaciones de un sector muy cerrado en sí mismo, aunque abierto al bienestar de los humanos.

Y esta energía, la que buscaba en la medicina, la encontró en los viajes y en la fotografía. Sus dos pasiones.

Consuelo es chilena, obtuvo su título de médico y se fue de viaje a Europa con dos amigas. Ella no regresó. El viaje, los encuentros y el amor que encontró en el camino nutren hasta hoy su alma artística.

La vida está hecha de cosas hermosas, pero también de obstáculos que son a veces difíciles de superar.

Crear, lo que sea, es lo que nos impulsa a seguir adelante. No podemos influir en la vida. Pero sí podemos hacerlo sobre si mismo. Y en este sentido, Consuelo ve su encuentro con la fotografía como una suerte. Una manera diaria de expresar su creatividad, de acercarse al ser humano, de descubrir el mundo, de intervenir en su propia vida.

                                                                                                                                                                                                                                                    Sonia Leremboure