La importancia de diferenciar
Cuando comencé a practicar la fotografía, la técnica digital no existía.
Solamente los profesionales tenían acceso a los laboratorios en donde se sabía trabajar las impresiones. Los otros se contentaban con los resultados crudos. La fotografía digital revolucionó este panorama y abrió las puertas a la creatividad.
Al mismo tiempo, nacía el mito de la fotografía analógica, la intocable, la verdadera, mientras que la fotografía digital se veía despreciada y tratada de retoque, de impostura. Esta opinión, muy propagada, pesa aún en la recepción general de la fotografía digital de reportaje y como expresión artística, a pesar de que hoy en día ésta ha logrado adquirir credenciales de renombre gracias a trabajos producidos por una infinidad de creadores de talento.
Sin embargo, un nuevo problema aparece. La fotografía digital provocó una producción de dimensiones desmesuradas. Si mucho color mata el color, demasiadas fotografías matan la fotografía.
Llamamos pintor aquel que usa la pintura para expresarse, y fotógrafo aquel que usa la fotografía para lo mismo, sin embargo al centro de cada grupo hay una gran diversidad en la manera de usar el utillaje y en la expresión que resulta. Para destacar ésta variedad en pintura hubo necesidad de darles un nombre: clásica, contemporánea, figurativa, abstracta…
En fotografía es interesante también dar un nombre a cada tipo de trabajo, para que cada uno encuentre su lugar. Llamar fotografía a todo tipo de fotografía no da ninguna indicación y su visibilidad se ve disminuida. En la biblioteca de la imaginación popular, una foto de recuerdo, una imagen de familia, una foto de arte, una foto surrealista… están todas clasificadas en el mismo estante.
Me parece que diferenciar contribuye a un mejor hacer existir.
Con esta idea, yo hablo de mis imágenes como de trabajos fotográficos, queriendo así que se escuche el utensilio y el trabajo que precede y sigue. Yo no reivindico el instante. Mis fotografías toman un tiempo para nacer y no son el resultado de un solo clic, aunque éste sea fundamental.